jueves, junio 28, 2007

REGLAS

Wan. Cada jugador (a) comienza con un listado de ocho cosas sobre sí mismo.
Tú. Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.
Tri. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.
For. No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar, refiriendo al post de tu blog: "El Juego".
UNO Drogas. En orden de aparición en mi vida: literatura, música, alcohol, tabaco, humo de mariguana y alucinógenos. No me atrae ni la coca, ni las tachas ni los ácidos, just the adrenalina, la pasión por escribir. La gastritis es una bendición en ciertas ocasiones. Quien tenga ojos para ver, que vea.
DOS Memoria. Hasta la prepa, el registro de todo lo que caía en mis manos para leer funcionaba a la perfección. De pequeño, fui obligado a aprenderme de memoria las tablas de multiplicar, cosa que todavía recuerdo (las tablas de multiplicar y el hecho y forma en que me hayan obligado a memorizarlas). Ahora, un cuarto de siglo más tarde, mi memoria a corto plazo (y a mediano plazo) no registra nombres de autores, novelas, cuentos, teóricos, cumpleaños, aniversarios, teléfonos, calles, palabras y/o acciones. Lo que he leído lo leí, y si me acuerdo bueno y si no, me limito a decir: “creo haberlo leído”. Tengo pánico. Sólo recuerdo situaciones y palabras dichas por mí a mi conveniencia. Y miraban a la serpiente en la cruz y de inmediato se sanaban.
TRES Gastronomía y excentricidades. Mole, pipián y menudo jamás entrarán a mi estómago. Nunca. Desarrollé un instinto de repulsión hacia esos platillos de la cocina mexicana no sé cuándo ni por qué. No sé si son sabrosos. Puedo golpear a alguien si me obliga a tragarlos. Contrario a ello, “puedo comer los tacos más grasientos esta noche (…) beber, a lo lejos, una chela que llora de frío hasta vaciarla”; considero que las aguas frescas de tamarindo, chan, alfalfa, naranja, limón, guanábana, papaya, mandarina, guayaba, arroz, jamaica, el tejuino, la tuba, el tepache y el bate (o vate, no recuerdo cómo se escribe) deben ser de consumo obligatorio todo el año en Colima. Recomiendo el tepache y el tejuino con un chisguetón de tequila cuervo. Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor ofrecerá un macho sin defecto.
CUATRO Sexo y sexualidad. Aunque fui iniciado en estas bellas artes a temprana edad (pónle tú a eso de los 11 años) fue casi una década más tarde cuando penetré en los oscuros misterios entrepiernosos, vigilados por las mujeres. Seguidor del dogma macdonalesco (“dedicados a hacer sonrisas”) con visos freudianos (“todo gira en torno al sexo”) a los 18 años llegué a pensar que no, no es amor: se llama orgasmo. Más tarde descubrí mi error y me di cuenta del ciclo de la vida: naces, creces, fornicas (te reproduces) y te mueres; ergo, nacemos para fornicar. Me considero antigalán, influenciado por el romanticismo, el lirismo, el tabaquismo de amigos, el alcoholismo de familiares, el escultismo de los scouts de noches sin dormir, los Fabulosos cadillacs y Molotov y me gusta que una nena se deje conquistar a sonrisas, a punta de pupilazos. Miren, el pueblo de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros.
CINCO La banda. Como advertí en el punto Dos, no recuerdo quién chingados dijo que uno puede escoger a su familia, formar una aparte de la biológica. Ahí entra la banda. Tengo muchos amigos y amigas a los que considero mis hermanos, hermanas, maestros, compas y escritores a los que veo como tíos y tías, incluso como abuelos; banda como yo que escribe y comparte y departe con las letras a la que veo como la primiza; afinidades tantas que van desde el blues y el jazz hasta el arte culinario (sin albur). Viva la banda. Viva mi familia. La Familia, pero a lo Corleone.
SEIS Letras. Dicen que uno debe saber bien lo que quiere porque puede que llegue alguien o algo que te lo cumpla. Saber lo que se quiere hace que uno ahorre tiempo para pensar lo que se quiere. Yo hasta tengo una escena ideal de un momento de mi vida en el que tengo lo que he querido por años. Escuché el llamado de las letras como Samuel a Dios en el templo. “Habla literatura que tu siervo escucha”, debí haber respondido. Y aquí ando. A ratos me siento escritor rupestre. A ratos peor: siento llegar la mediocridad pero pedísima, de la mano de la ansiedad. Vienen de alguna peda con algún editor que publica a chavos que escriben. Poco a poco le pierdo el miedo a ese par de culeras. Ya me enojé. Prometo que leeré más. Desdichada memoria mía. Noé contaba 600 años cuando acaeció el diluvio (y yo tengo 26 años y no he publicado ni un libro en solitario).
SIETE Música, clima, mujeres. No me gusta el reggaeton, ni la trova ni la banda. A veces ni el new age o el metal. Me late más algo que me motive, que me haga imaginar cosas y no siempre me gusta una canción por la letra. Como los vinos con la comida, creo que la música debe tener un maridaje con el clima: cierta rola para ondas lluviosas, soleadas, algo así, y el clima con las mujeres: clima frío para las chicas ardientes, mujeres de sangre caliente para gozar de su compañía, presencia, charla y tacto en zonas costeras, la cabeza fría y la palabra en llamas, junto con una rolita sabrosona, para entibiar a las beibes frías como chelas, como que se antoja bebérselas. Sólo hay tres mujeres en la vida de todo hombre que responden bien a la música, el clima, el vino y a tipos como yo que creen en esto. No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.
OCHO La muerte. Me gustan las malas palabras y las groserías porque son puro sentimiento. Uno puede conocer el estado de ánimo según el nivel de volumen de la mentada de madre. A veces me tiro al sol (quiero decir que permanezco inmóvil, en alguna posición sobre determinada superficie, a recibir en mi cuerpo algo de luz solar) y siento sudar. El calor. La brisa. Los tremores del suelo. Me gusta saber que el tiempo que tenemos está contado, como una cuerda cuya longitud ha sido dada de antemano. Me gusta pensar que cada uno de nosotros somos cuerdas que se van entretejiendo y que la cuerda se revienta por lo más fino. Me gusta la provocación y me caga que piensen en la procacidad y en la vulgaridad como algo malo. Lo son cuando no son claros, cuando no tienen sentido. Y todas las cosas que carecen de sentido bla bla bla bla bla. Me gusta pensar que tenemos que hacer alguna actividad en lo que nos llega la muerte. La pérdida duele. Yo mientras tanto escribo. Y fumo.
Invito a jugar a:

Cremas (funkdefino.blogspot.com) Neto Cortés (ernestocortes.blogspot.com) Wen
(wendylunada.blogspot.com) Rous (noesqueseatrip.blogspot.com) Rogelio Guedea (lamemoriainfiel.blogspot.com) Alfredo Carrera (sadismopuro.blogspot.com) Marcia Martínez (lipiria.blogspot.com) Eduardo Huchín (tediosfera.blogia.com)

viernes, junio 01, 2007

huiquihomenaje a Pablo Neruda

poema_xx.pablo_neruda.david_chávez.wiki.hmt2

(y.una.canción.huiquificada.el.jinete.josé.alfredo.jiménez)


Puedo escribir los cuentos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: "Hace un frío de la chingada y tiritan, azules, los faros de los autos que pasan a lo lejos. El humo del cigarro que fumo gira en el cielo y canta. Es una buena noche para escribir un cuento, breve, sencillo, en el que tal vez un chileno escriba sobre una morra con la que anduvo. Nada nuevo. Algo leve.

Escribir, por ejemplo, que él escribe: “En las noches como esta la tuve entre mis brazos. Bebimos tantas chelas bajo el cielo infinito. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haberla querido si hasta tenía los ojos grandes, fijos”…

Puedo escribir ese cuento tan triste esta noche. Pensar, mientras escribo, que el vato ya no la tiene, que la ha perdido. Que ahora la noche le suena inmensa, infinita sin ella, y que sus lágrimas caen al alma como al pasto el rocío. Qué importa si la historia está choteada. La noche está estrellada y ella no está con él.

Eso es todo.

A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Debe ser el estéreo programado con la alarma para despertarme. Escucho el bolero que mi personaje chileno cantará: “Mi alma no se contenta con haberla perdido/ Como para acercarla mi mirada la busca/Mi corazón la busca y ella no está conmigo”.

Escribir, por ejemplo, que él escribe: “La misma noche que hace blanquear los mismos árboles (y el vato tal vez piense que ya no la quiere, es cierto, pero cuánto la quiso)…” y el chileno comienza a cantar el bolero que yo escucho: “Mi alma no se contenta con haberla perdido/ Como para acercarla mi mirada la busca/Mi corazón la busca y ella no está conmigo’, busca el viento para tocar su oído”…

De otro. La morra andará con otro. Y ahora será suya como antes de los besos del chileno. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiere, es cierto, pero tal vez la quiere. Es tan corto el amor, tan largo el olvido… ¿qué va uno a saber de esas cosas?

Puedo escribir ese cuento tan triste esta noche, que en noches como esta la tuvo entre sus brazos, que su alma no se contenta con haberla perdido. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. En esa estación de radio se escucha la voz de José Alfredo Jiménez, los acordes del mariachi, a todos cantar: “Por la lejana montaña/va cabalgando un jinete/vaga solito en el mundo y vadeeeeeeeee seando la muerte/Lleva en su pecho una herida/va con su alma destrozada/quisiera perder la viday reunirse con su amada”.

Escribir, por ejemplo, para finalizar este cuento, breve, sencillo, en el que tal vez un chileno escriba sobre una morra con la que anduvo (Nada nuevo, algo leve), escribir, por ejemplo, que tal vez ella ya ha muerto o que se ha ido, o que el chileno está muerto y que algún amigo suyo encontró esta historia entre sus cosas, cuando se enteró de esa muerte, y guardó el documento y desapareció por un tiempo y la historia sobrevivió como pudo hasta que cuando ese amigo murió alguien dio con ella y la leyó y le pareció buena.

Pero dije que podría escribir los cuentos más tristes esta noche como este, en el que ella deberá haber muerto y el chileno se acuerda de ella, aunque este sea el último dolor que ella le causa, que un personaje me/nos causa,y estos sean los renglones que yo escribo donde escribo que él escribe que serán los últimos renglones que él le escribe: “Nosotros, pienso, los que leímos a los poetas de entonces, ya no somos los mismos”.

huiquihomenaje a Villaurrutia

nocturno.en.que.nada.se.oye.villaurrutia.david.chávez.wiki.htm1

En medio de una calle desierta como el silencio antes del crimen
sin respirar o fumar siquiera para que nada masturbe tu muerte
en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyen tus coágulos
en este lecho que es tumba dejaste el himen sin sangre
para salir en un momento, tan lenta,
en un interminable deseo
sin brazos que extender
sin dedos para alcanzar tu escala entremuslosa que toco como un piano invisible,
sin más que una mirada y una voz y un pujido
que no recuerdan haber salido de ojos y labios y pubis
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y esta voz que ya no es mía
Metida dentro de tu agua que no moja
dentro de un aire de vidrio
que dentro de ti provoca el fuego lívido que corta como el grito.
Y en el infinito angustioso de un espejo frente a otro
-como nosotros-
cae mi voz y mi verga
y mi voz que madura
Y mi verga madura
y mi voz quemadura
Y mi ver gama dura
y mi bosque madura
Y mi verga más dura
Y mi verga ¿qué más dura?
y mi voz quema dura
como el hielo de vidrio
como el grito de hielo
ahí en el caracol de la oreja
el embate de un mar, en él que no es nada
en el que no es nada
porque he dejado pies y brazos en la orilla,
ciento, caer fuera de mí la red de mis nervios
mas huye todo como el pez que se da cuenta
hasta siento en el pulso de mis sienes
muda telegrafía a la que no respondes
porque el sueño –yo- y la muerte –tú- nada tienen ya que decirse.

manifiesto wiki

Manifiesto de la Literatura Huiqui
Versión 2.1

I. Axiomas Huiqui:

1. Toda lectura es escritura: todo lector, un escritor.

2. Los derechos de escritor terminan en el punto inicial de la lectura. A partir de este punto, sólo existen los derechos de lector.

3. El primer derecho de lector consiste en despojar al escritor de su texto para reescribirlo. Llamaremos a este acto huiquificación, al conjunto de sus producciones literatura huiqui y al derechohabiente, huikritor.

4. El segundo derecho de lector consiste en publicar la referida huiquificación de manera inmediata, tantas veces y en tantas versiones como el derechohabiente considere necesario.

5. El papel del Internet es el papel natural de la literatura huiqui.

II. Corolarios derivados de los anteriores axiomas:

w) No hay mala literatura, sólo malas versiones esperando un huikritor.

x) La literatura no se crea ni se destruye, sólo se huiquifica.

y) La vanidad pierde al hombre en general y al escritor en particular. La literatura huiqui es un instrumento para acabar con la vanidad, si no del hombre, del escritor.

a) El Quijote es el único texto no huiquificable. Por extensión, el texto en donde Borges huiquifica el Quijote, tampoco lo es.

b) Este manifiesto tiene la modesta pretensión de cambiar para siempre la historia de la literatura (huiqui).

c) Salvo los textos citados en la cláusula a), todo texto es huiquificable, incluido el presente manifiesto.

d) Muchos años después, frente al pelotón de huiquilamiento, el dinosaurio recordó el día en que seguía ahí.

III. Movimientos de la literatura huiqui:

Movimiento W: Huiquihomenaje. El huikritor ante la obra de un gran escritor.

Movimiento X: Huiquisalvamento. El huikritor ante la maniobra de Isabel Allende.

Movimiento Y: Hara-wiki. El huikritor antes sus sobras completas.

IV. Procedimientos de la literatura huiqui:

1. Antes de comenzar, conjugue: yo huiquifico, tú huiquificas, él huiquifica, nosotros
huiquificamos, ustedes y ellos huiquifican. Vosotros (esperamos) huiquificaréis también.

2. Instrucciones para huiquificar:

w) Localice un texto.

x) Exprópielo aplicando el siguiente epitafio:

Con el poder que me confierenlos derechos de lector expropio este texto de las manos de su autor para entregarlo al árbolde la literatura huiqui.

y) Huiquifíquelo siguiendo alguno de los tres movimientos de la literatura huiqui.

z) Bautícelo según la siguiente convención:

título_original.escritor_despojado.wikritor_1.wikritor_2...wikritor_n.wiki(ejemplo: don_quijote.pierre_menard.borges.huiqui)

a) Publíquelo de inmediato en www.literaturawiki.org

b) Destape una cerveza, es usted un huikritor.

3. Para un primer acercamiento a la literatura huiqui, pronuncie continuadamente la palabra kiwi diez veces (de preferencia sin respirar).


"Gutemberg agoniza"

Oswaldo Zavala, Miguel Tapia Alcaraz, Jorge Harmodio, Marcos Eymar

El Cuadrante de Caborca, abril del 2007.

www.literaturawiki.org